LECTURAS

lecturas africanas



  • Realiza la lectura del siguiente texto y después puedes resolver las actividades relacionadas.
  • TEMA: FORTALEZA

La Lección de la Mariposa          

 
 
Un día un hombre encontró un capullo de mariposa y observó que en el había un pequeño orificio. Se sentó y se entretuvo en observar mientras la mariposa luchaba durante varias horas para forzar su cuerpo tratando de pasar a través de agujero.
 
Pasó un largo rato observando los esfuerzos de la mariposa por salir al exterior, pero parecía que no hacía ningún progreso, como si hubiera llegado a un punto donde no podía continuar.
 
Apiadado, el hombre decidió ayudar a la mariposa, tomó las tijeras y cortó el resto del capullo. La mariposa salió fácilmente, pero tenía el cuerpo hinchado y las alas pequeñas y arrugadas.
 
El hombre continuó mirando porque esperada que en cualquier momento las alas se extenderían para poder soportar el cuerpo que, a su vez, debería deshincharse. Pero nada de esto ocurrió. Por el contrario, la mariposa pasó el resto de su vida con el cuerpo hinchado y una alas encogidas... ¡nunca pudo volar!
 
Lo que aquel hombre, con su amabilidad y apuro, no llegó a comprender es que el capullo restrictivo y la lucha necesaria para que la mariposa pudiera salir por el diminuto agujero, era la manera que utilizaba la Naturaleza para enviar fluido del cuerpo de la mariposa hacia sus alas de modo que estuviera lista para volar tan pronto obtuviera la libertad del capullo.
 
A veces el esfuerzo es exactamente lo que necesitamos en nuestras vidas, sin él  pasaríamos  nuestra vida sin ningún obstáculo, nos paralizaríamos, no seríamos tan fuertes como podríamos ser y no podríamos volar!
 
 
YO PEDÍ FUERZA...
Y ENCONTRÉ  DIFICULTADES PARA HACERME FUERTE.
 
YO PEDÍ SABIDURÍA...
Y TUVE PROBLEMAS PARA SOLUCIONAR.
 
YO PEDÍ PROSPERIDAD...
PERO SOLO TUVE CEREBRO Y FUERZA PARA TRABAJAR.
 
YO PEDÍ CORAJE...
Y ENCONTRÉ  PELIGRO PARA VENCER.
 
YO PEDÍ AMOR...
Y VI GENTE QUEBRANTADA A QUIEN AYUDAR.
 
YO PEDÍ FAVORES...
Y ENCONTRÉ OPORTUNIDADES.
 
NO RECIBÍ NADA DE LO QUE QUERÍA...
¡RECIBÍ TODO LO QUE NECESITABA!

ACTIVIDADES



  • TEMA: LA CRÍTICA DESTRUCTIVA

DESTRUYENDO AL PRÓJIMO

       Malba Tahan ilustra los peligros de la palabra: una mujer tanto fue pregonando que su vecino era un ladrón, que el muchacho acabó preso. Días después, descubrieron que era inocente; lo soltaron y él procesó a la mujer.
    -Hacer unos comentarios no es algo tan grave - dijo ella al juez.
    -De acuerdo -respondió el magistrado- . Hoy, al regresar a su casa, escriba todo lo que habló mal sobre el joven, después pique el papel y vaya tirando los trocitos por el camino. Mañana vuelva para escuchar la sentencia.
    La mujer obedeció y volvió al día siguiente.
    -Está perdonada si me entrega los pedazos de papel que tiró ayer. En caso contrario, será condenada a un año de prisión- declaró el magistrado.
    -Pero eso es imposible! ¡El viento ya ha dispersado todo!
    -De la misma manera, un simple comentario puede ser esparcido por el viento, destruir el honor de un hombre y después es imposible arreglar el mal ya hecho.
    Y envió a la mujer a la cárcel.

                                  

  • TEMA: LA VERDADERA FUERZA




El sol y el viento discutían para ver quién era el más fuerte
El viento decía: ¿Ves aquel anciano envuelto en una capa?.
Te apuesto a que le haré quitar la capa más rápido que tú.
Se ocultó el sol tras una nube y comenzó a soplar el viento,
cada vez con más fuerza, hasta ser casi un ciclón,
pero cuanto más soplaba
tanto más se envolvía el hombre en la capa.
Por fin el viento se calmó y se declaró vencido.
Y entonces salió el sol
y sonrió benignamente sobre el anciano.
No pasó mucho tiempo hasta que el anciano,
acalorado por la tibieza del sol, se quitó la capa.
El sol demostró entonces al viento que la suavidad
y el amor de los abrazos son más poderosos
que la furia y la fuerza.

Esopo (600 AC).




El viento y el sol





  • TEMA: LA PRUDENCIA
ESTO ES SABIDURÍA
      En la antigua Grecia (469 - 399 AC), Sócrates era un maestro
      reconocido por su sabiduría. Un día, el gran filósofo se
      encontró con un conocido, que le dijo muy excitado:
      "Sócrates, ¿sabes lo que acabo de oír de uno de tus alumnos?"
      "Un momento" respondió Sócrates. "Antes de decirme nada me
      gustaría que pasaras una pequeña prueba. Se llama la prueba del
      triple filtro".
      "¿Triple filtro?"
      "Eso es", continuó Sócrates. "Antes de contarme lo que sea
      sobre mi alumno, es una buena idea pensarlo un poco y filtrar lo
      que vayas a decirme. El primer filtro es el de la Verdad. ¿Estás
      completamente seguro que lo que vas a decirme es cierto?"
      "No, me acabo de enterar y..."
       "Bien", dijo Sócrates. "Conque no sabes si es cierto lo que quieres
      contarme. Veamos el segundo filtro, que es el de la Bondad."
      "¿Quieres contarme algo bueno de mi alumno?"
      "No. Todo lo contrario..."
      "Con que" le interrumpió Sócrates, "quieres contarme algo
      malo de él, que no sabes siquiera si es cierto. Aún puedes pasar
      la  prueba, pues queda un tercer filtro: el filtro de la Utilidad.
      ¿Me va a ser útil esto que me quieres contar de mi alumno?"
      "No. No mucho"
       "Por lo tanto" concluyó Sócrates, "si lo que quieres contarme
      puede no ser cierto, no es bueno, ni es útil, ¿para qué contarlo?"
      Esto explica el por qué de la grandeza de Sócrates, y por qué se
      le tenía en tanta estima.


  • TEMA: LA PRUDENCIA
ESTO ES SABIDURÍA
      En la antigua Grecia (469 - 399 AC), Sócrates era un maestro
      reconocido por su sabiduría. Un día, el gran filósofo se
      encontró con un conocido, que le dijo muy excitado:
      "Sócrates, ¿sabes lo que acabo de oír de uno de tus alumnos?"
      "Un momento" respondió Sócrates. "Antes de decirme nada me
      gustaría que pasaras una pequeña prueba. Se llama la prueba del
      triple filtro".
      "¿Triple filtro?"
      "Eso es", continuó Sócrates. "Antes de contarme lo que sea
      sobre mi alumno, es una buena idea pensarlo un poco y filtrar lo
      que vayas a decirme. El primer filtro es el de la Verdad. ¿Estás
      completamente seguro que lo que vas a decirme es cierto?"
      "No, me acabo de enterar y..."
       "Bien", dijo Sócrates. "Conque no sabes si es cierto lo que quieres
      contarme. Veamos el segundo filtro, que es el de la Bondad."
      "¿Quieres contarme algo bueno de mi alumno?"
      "No. Todo lo contrario..."
      "Con que" le interrumpió Sócrates, "quieres contarme algo
      malo de él, que no sabes siquiera si es cierto. Aún puedes pasar
      la  prueba, pues queda un tercer filtro: el filtro de la Utilidad.
      ¿Me va a ser útil esto que me quieres contar de mi alumno?"
      "No. No mucho"
       "Por lo tanto" concluyó Sócrates, "si lo que quieres contarme
      puede no ser cierto, no es bueno, ni es útil, ¿para qué contarlo?"
      Esto explica el por qué de la grandeza de Sócrates, y por qué se
      le tenía en tanta estima.



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